La actual sobredemanda de chips ha llevado a un desabastecimiento y a que muchas empresas busquen proveedores que puedan proporcionarles lo que necesitan. Pero como ocurre siempre en estas situaciones se ha creado un rentable mercado de chips falsificados que está llevado a problemas en la industria. Al menos para las compañías más pequeñas y que por volumen de compra suelen quedarse fuera de los mayoristas globales o de los tratos directos con los productores de chips.
Esto afecta generalmente a los chips que usan litografías nada punteras, y hablo del orden de los 45 nm hacia arriba. Se usan para todo tipo de chips como controladores de energía o sensores en los que la reducción del tamaño de los transistores pueden producir otros problemas o que hacen uso de ciertos tipos de estructuras que se llevan mal en litografías más avanzadas.
Los chips falsos son diseñados de forma que puedan usarse en sustitución de los auténticos, pero con un diseño menos optimizado, potenciales problemas a futuro de dejar de funcionar correctamente, y muchas veces usan un diseño que posteriormente se puede detectar a nivel de software que son falsos e inutilizarlos por parte del auténtico fabricante. También pueden recuperar los chips de productos antiguos, limpiarlos, remarcarlos y hacerlos pasar como nuevos.
Steve Calabria, del distribuidor independiente PC Components y parte de la Asociación de Distribuidores Independientes de Electrónica, con base en los EE. UU., ha advertido que ya se está detectando un incremento de chips falsificados. Hay cada vez más empresas desconocidas que aseguran tener existencias de chips que escasean y por tanto son candidatas a ser distribuidores de chips falsificados. El problema irá a más a medida que avance el año, y por eso advierte a las pequeñas empresas y consumidores que se aseguren de la procedencia de los chips antes de comprarlos. Calabria advierte de que los fabricantes de productos de electrónica no son todavía conscientes de esto, pero puede llevar a problemas en sus productos y a generarles pérdidas.
Vía: Ars Technica.