Apple ha vuelto a presentar un refrito del iPad base y con ello conforma el iPad 2021 —por diferenciarlo de alguna forma rápida—. El del 2020 ya era una copia del de 2019, y este de… Bueno, la compañía lleva usando casi una década el diseño de este iPad que es el del iPad Air de 2013, así que no necesita presentaciones. Está hecho íntegramente de aluminio, con generosos marcos de pantalla, y un lector de huellas Touch ID en el botón de inicio físico.
El procesador en esta ocasión es el A13 Bionic con el consiguiente aumento de potencia, siendo la pantalla la misma de 26 cm de diagonal tipo IPS con resolución de 2160 × 1620 píxeles y con un brillo máximo de 500 nits. Sigue siendo compatible únicamente con el Pencil de Apple de primera generación. En el modelo base la capacidad de almacenamiento pasa a ser de 64 GB, que en pleno 2020 la compañía seguía vendiéndolo con 32 GB. En principio debería llevar 3 GB de RAM.
La batería debe seguir siendo de 8827 mAh —o algo así; no se sabrá hasta que despiecen uno—, pero sustituye el conector Lightning por un USB tipo C compatible con carga de 20 W, datos y vídeo DisplayPort por lo que puede conectarse a un monitor. Tiene wifi 802.11ac y Bluetooth 4.2, con la misma opción de incluir tarjetas nano-SIM para conectividad LTE y una SIM embebida provisionable remotamente por una operadora.
La cámara trasera es la misma de 8 Mpx y ƒ/2.4 que graba vídeo a FHD y 30 f/s o a cámara lenta de HD y 120 f/s, y se da la paradoja de que la frontal es batante mejor en calidad y grabación de vídeo. De hecho es la FaceTime de 12 Mpx y ƒ/2.4 con ultra gran angular de 122º con sistema de seguimiento del usuario en conferencias y graba vídeo a FHD y 60 f/s. Cosas de Apple, pero ya me veo a la gente grabando sus vídeos de las vacaciones con la cámara frontal adoptando posiciones raras.
Su precio parte de los 379 euros (con IVA) o 329 dólares (sin IVA). Se pone a la venta el 24 de septiembre.