El conector USB tipo C es el mejor invento de los últimos años en el sector de la electrónica pero hay un problema de cables de por medio. Debido a que este conector sirve para datos, vídeo y carga en función de los estándares que implemente el fabricante de cables, la cuestión está en que no es sencillo saber con qué es compatible un cable USB tipo C cualquiera. El USB-IF, el consorcio que se encarga de estandarizar todo lo relacionado con USB —y de certificar productos por un buen dinero— ha anunciado una nueva tanda de logos para intentar reducir la confusión entre el consumidor.
Estos logos hacen referencia tanto a la velocidad de datos como de carga, teniendo además en cuenta que el USB tipo C es el único conector utilizable en USB 4, conexión heredera de Thunderbolt 3 la cual va a hasta 40 Gb/s. Eso quedará reflejado en el logo de velocidad USB 4. A su vez, la velocidad del cable puede ser ahora de hasta 240 W en lugar de solo 100 W, por lo que suelta otro logo para identificar los cables que pueden alcanzar los 240 W. También hay un logo que combina datos USB 4 con carga de 240 W. Vamos, aún más logos y aún más procesos de certificación.
Más de una vez he hablado de los problemas del USB tipo C si compras un cable de mala calidad: puede quemar tu dispositivo. Este estándar negocia la velocidad y la carga con el dispositivo anfitrión, y si le dice que puede llegar a un cierto vataje pero el circuito que implementa está mal hecho, dile adiós a tu dispositivo. Eso lleva a que te asegures muy mucho que el cable que compres USB tipo C que entregue 240 W está certificado porque doscientos cuarenta vatios son muchos vatios como para comprar un cable de mala calidad por ahorrarte unos euros.
Serán cables y cargadores caros, pero los beneficios de tener carga de 240 W, USB 4 y DisplayPort a través de un único cable lo compensa. Además de que si compras un buen cable lo podrás reutilizar en futuros dispositivos, y más con la campaña europea por dejar solo el USB tipo C como único conector de carga de la pequeña electrónica.
Vía: Ars Technica.