GlobalFoundries se ha quedado estancada en los 12 nm y de ahí no baja. Al menos de momento, porque en algún punto del futuro cercano tendrá que desarrollar nuevos procesos que bajen de ese nivel litográfico. Los acuerdos de producción con AMD son mayoritariamente para los chips de control —también llamados de «E/S»— que acompañan a los chíplets de los Ryzen. Pero el aumento de demanda de los Ryzen, que se prevé siga fuerte en el futuro cercano, requiere que AMD prevea un aumento de la necesidad de obleas de chips de control.
Por eso ha firmado un nuevo acuerdo con GlobalFoundries que aumenta el pago hasta los 2100 millones de dólares entre diciembre de 2021 y diciembre de 2025, o 525 M$ por año. El acuerdo previo era del pasado marzo, en el que se indicaba una inversión de 1600 M$ hasta diciembre de 2024, por lo que no es una mejora por año para GlobalFoundries sino que se asegura un año más de producción para AMD.
Se había especulado que con el fin de los principales acuerdos de producción quizás AMD abandonara GlobalFoundries para producir sus chips de control en TSMC u otra fundición más puntera, pero la situación actual, que mejorará a mediados de 2022 pero se seguirá notando en 2023, hace evidente que AMD tenía que asegurarse más producción de obleas en otras fundiciones. Además, TSMC es la niña bonita en la que Apple acapara la producción en los mejores procesos litográficos, y la compañía sigue migrando producción de los 12-16 nm hacia los de 7 nm en adelante. Son procesos más caros, por lo que al final la opción barata sigue siendo GlobalFoundries.
Vía: Tom's Hardware.