Taiwán es uno de los principales productores de chips, pero en los tiempos que corren todos los países están buscando formas de diversificar su producción. En algunos casos llevan a mirar a otros países que tienen una gran importancia en el sector como es Japón, aunque sea sobre todo para reforzar la producción nacional y no tanto la del país asiático. El ministro de Economía, Comercio e Industria de Japón y el homólogo de Comercio de EE. UU. están buscando formas de fomentar la colaboración más allá de los procesos litográficos de 2 nm.
Ambos se verán a partir del lunes 9 de mayo en EE. UU. y probablemente realicen algunos anuncios sobre financiación y colaboración de procesos litográficos punteros. Aunque las fábricas de chips más avanzadas ahora mismo son las de Samsung (Corea del Sur) y las de TSMC (Taiwán), Intel podría adelantarlas en 2024 con su propio proceso de 2 nm. La idea de ambos gobiernos es la de mantener a partir de entonces la ventaja de EE. UU. sobre los países asiáticos.
Japón es un pilar fundamental en esto ya que acapara el 50 % de la producción de materiales para fotolitografía como por ejemplo los líquidos utilizados, pero también de piezas como láseres, lentes o fotolitos, y el 30 % de la maquinaria vendida. Ambos países van a poner una especial atención en los procesos de fabricación relacionados con los chíplets, teniendo en cuenta que las principales compañías han promovido UCIe (AMD, Intel, TSMC, Qualcomm, Arm y Samsung, entre otras), un consorcio para estandarizar la interconectividad entre chíplets de distintos fabricantes.
Vía: TechSpot.