Intel ha conseguido frenar la sangría de ingresos que representaban los Ryzen de AMD gracias a los modelos de la 12.ª generación Core. Con ellos Intel ha vuelto a dominar el mercado, pero además han resultado unos procesadores de precio razonable para la potencia que aportan. Más que sus contrapartidas de AMD, aunque al final el precio de las placas base para estos Alder Lake han sido un desincentivo de compra. Sea como sea, según Nikkei Asia, el mayor periódico económico del mundo, asegura que Intel va a aumentar próximamente el precio de sus procesadores y que ya se lo ha comunicado a sus clientes.
Con la coyuntura económica actual, es de imaginar que a Intel le hayan aumentado los costes de producción —materias primas, energía, obleas, salarios por la alta inflación, o costes de envío, entre otros— y que lo deba de trasladar al PVPR de sus procesadores. Según Nikkei Asia, muchos procesadores no subirían mucho, mientras que otros podrían ver aumentado su precio incluso un 20 %. Afectaría a chips de todo tipo y no solo procesadores, lo cual incluye chipsets, comunicaciones (wifi, Bluetooth), FPGA, y otros.
Pero al final, como ocurre con la mayoría de componentes de PC, lo que importa es el PVP, y eso lo dicta la oferta y la demanda. Puede que Intel ajuste los precios, que es algo que también se espera que haga AMD por las mismas razones, pero el PVP al final puede estar por encima o por debajo del PVPR. Con la coyuntura económica inflacionista y las ventas del sector de la electrónica de consumo en caída libre, no parece que el PVPR vaya a aguantarse mucho tiempo por mucho que lo suba. Al menos si quiere vender sus procesadores y chips. Las compras de empresas para servidores se han mantenido mejor que para equipos de consumo, e Intel podría reorientar producción a ese sector. Pero aun así, el nivel de ventas de los próximos Core de 13.ª generación pueden ser flojas, y más si realmente AMD trae unos Ryzen 7000 en condiciones —que no lo tengo claro—.
Fuente: Nikkei Asia. Vía: TechSpot.