Intel ha puesto en el mercado su mejor tarjeta gráfica, la Arc A770, pero su consumo es bastante elevado en reposo. Se sitúa sobre los 20-25 W, lo cual es más propio de tarjetas gráficas muy potentes como la RTX 4090. Como era previsible, la compañía tiene una solución para este problema, aunque no es tan sencilla como aparenta ya que precisa entrar en el BIOS y además cambiar algunos ajustes de Windows.
Hay que entrar al BIOS y activar 'Native ASPM' en las opciones relacionadas con PCIe, así como cambiar 'PCI Express root port ASPM' a 'L1 substrates'. Los nombres pueden ser distintos según el fabricante. Si no se encuentran, puede haber un BIOS más actualizado disponible, o puede que sea una placa base más antigua.
En Windows hay que ir a la gestión de energía, y en opciones adicionales de energía hay que darle a cambiar el plan, pulsar en opciones avanzadas, buscar 'PCI Express' y cambiar 'Gestión del estado del estado de enlace' a 'ahorro máximo de energía'. Intel lo tiene completamente explicado en su web.
Intel se escuda en que ha orientado el ahorro de energía de sus productos a la máxima que permite la especificación PCIe, pero no es la que está activada por defecto en la mayoría de equipos. Ciertamente esto es un poco lioso para los que no tienen mucha idea, pero es evidente que las Arc serie A son una beta de lo que será el producto real, las Arc serie B que me imagino que empezarán a llegar en algún momento del año que viene.