Intel tuvo sus primeras pérdidas en décadas en el segundo trimestre del año, pero el buen funcionamiento de los Core de 12.ª generación ha hecho que durante el tercer trimestre la cosa haya dado un giro. Aun así ha tenido un trimestre bastante peor que el de 2021, aunque viendo la coyuntura económica se han congratulado por los resultados. En el T3 2022 ha ingresado 15 300 millones de dólares, un 20.5 % menos que en el mismo periodo de 2021.
Los beneficios han sido de 1000 M$ frente a los 6800 M$ de hace un año. No ha sido una debacle gracias a que el margen bruto en sus operaciones ha pasado del 36.5 % del segundo trimestre al 42.6 % del tercer trimestre, aunque sigue lejos del 56 % del T2 2021. Los costes incluyen 664 M$ en reestructuración, que básicamente son despidos y reorganización de los grupos para afrontar la crisis económica.
Por divisiones, la de Computación de Cliente se ha hundido un 17 % hasta los 8100 M$, la de Centros de Datos e IA ha caído un 27 % hasta los 4200 M$, la de Redes y Frontera ha subido un 14 % hasta los 2300 M$, la de Sistemas de Computación acelerados ha mejorado un 8 % hasta los 185 M$, Mobileye ha vendido un 38 % más hasta los 450 M$, y la relativamente nueva filial de Intel Foundry Services ha ingresado 171 M$, un 2 % menos.
El gran éxito de AMD en los centros de datos es la gran derrota de Intel, que es lo que refleja la caída de ingresos en la división de Centros de Datos e IA. Por ahora Intel no tiene una alternativa clara a la potente oferta de AMD, por lo que en los próximos trimestres la situación va a mantenerse, quizás incluso se agravará. La demanda del sector consumo también está a la baja, con perspectivas de que empeore en el cuarto trimestre, pero es algo con lo que tendrán que lidiar todas las compañías.