Los núcleos E o eficientes en la nueva arquitectura heterogénea de la compañía tienen un gran rendimiento aunque carecen de multihilo. Pero en el terreno del rendimiento por vatio, son excelentes, y cuentan con la potencia como para conformar por sí mismos unos procesadores de bajo consumo y útiles en tabletas y dispositivos donde la autonomía sea lo más importante. Es lo que ofrece Intel con la nueva serie N de procesadores de 13.ª generación.
Inicionalmente son cuatro modelos de cuatro y ocho núcleos E, funcionando hasta a 3.8 GHz con una unidad gráfica integrada de 24 o 32 unidades de ejecución funcionando hasta a 1.25 GHz. En la nueva nomenclatura de Intel, los que se habrían llamado Pentium ahora son procesadores que se llaman Procesador —bueno, en inglés, Processor—. En los tiempos en que los relojes de las compañías se llaman Reloj y los teléfonos se llaman Teléfono, por qué no un procesador que se llame Procesador. Estos Procesador son dos de cuatro núcleos, y los de ocho núcleos caen en la serie Núcleo (ejem, Core).
Pueden usar memoria LPDDR5-4800, DDR5-4800 o DDR4-3200, y su consumo va de los 6 W hasta los 15 W. El procesador tiene conexiones de vídeo DisplayPort 1.4 y HDMI 2.0b. Dentro del encapsulado se integra como es habitual el chipset, que es el encargado de proporcionar la mayor parte de la conectividad, como Wi-Fi 6E, varios USB 2.0 oo 3.0, nueve canales PCIe 3.0 adicionales, o dos conexiones SATA 3.0.