No se puede negar que AMD tiene la mejor oferta de procesadores para centros de datos con sus EPYC, pero en el sector consumo la cosa está mucho más reñida. La política de precios de Intel junto a la posibilidad de usar los Core de 13.ª con DDR4 a diferencia de los Ryzen 7000 que solo admiten DDR5 está haciendo que el consumidor se decante por ellos. Eso sí, dentro de un declive de ventas por el hundimiento del consumo. Por eso los resultados del trimestre cuatro de 2022 han sido agridulces para AMD.
La compañía ha ingresado 5599 millones de dólares, un 16 % más interanual, con unas pérdidas de 149 M$, cuando en el T4 2021 ingresó 1207 M$. El motivo es la caída del margen bruto, que se deja siete puntos, bajando al 43 %, y en términos de AMD eso significan malas noticias porque necesita más de un 45 % de margen bruto para tener beneficios según comentó hace tiempo la propia Lisa Su.
En la división de Cliente (o consumo) ha ingresado apenas 903 M$, un 51 % menos interanual, con unas pérdidas de 152 M$. La división de Juegos ha ingresado 1600 M$, apenas un 7 % menos, con unos beneficios de 266 M$, un 35 % menos que en el T4 2021. Sin embargo, en Centros de Datos ha conseguido aumentar ingresos a los 1700 M$ con un ligero repunte de los beneficios hasta los 444 M$, un 20 % más.
Lo que ha evitado que las cuentas fueran nefastas es que ahora informa de los ingresos de Xilinx como propios, y lo lleva haciendo desde casi todo 2022. Esta división, la de Embebidos, ingresó 1400 M$ frente a los 100 M$ del T4 2021, con unos beneficios de 699 M$ frente a 18 M$.
Si se quita esta división, los ingresos de AMD habrían sido de 4299 M$, un 11 % menos, y sus pérdidas se habrían ido a los 1000 M$ durante el T4 2022. Lo cual quiere decir que tiene ahora mismo totalmente perdida la batalla en el sector consumo frente a Intel. Le va a tocar seguir bajando precios si quiere remontar el vuelo.