Hay muy pocas placas base en formato mini-ITX para equipos de alto rendimiento por problemas de espacio. Solo miden 17 cm × 17 cm, y es complicado meter en ellas toda la circuitería para proporcionar la conectividad y conexiones que necesitan estos equipos. Hoy en día, que se ha pasado a usar mayoritariamente el almacenamiento M.2, una de estas placas base no tiene prácticamente espacio para más de una, teniéndoselas que ingeniar el fabricante para meter más. En el caso de la ROG Strix X670E-I de ASUS, llega con sorpresas.
No recuerdo si hay algún otro modelo con chipset X670 en este formato, por los problemas de meter el almacenamiento PCIe 5.0. Para solucionarlo, ASUS creó una estructura de disipadores y tarjetas M.2 apilada, como se puede ver en la siguiente imagen. Para dar servicio a la M.2 de tipo PCIe 4.0, recurrió a una pequeña tarjeta con un chipset adicional, con un conector que sale en noventa grados para el M.2, y se inserta en un zócalo específico para ella.
Es muy habitual ver esta forma de conectar los M.2 2230 para combos de wifi y Bluetooth, así como para las tarjetas Thunderbolt, por ejemplo. No se sabe si quitando este chipset se convierte esta placa base en una B650, ya que la diferencia entre una B650 y una X670 es que la primera incluye un chipset B650 y la segunda dos chipsets B650. Desde el punto de vista económico, es una gran decisión para las cuentas de AMD.
Vía: Videocardz.