Las unidades de estado sólido (SSD) de tipo PCIe 5.0 están empezando a llegar finalmente al mercado, siendo las primeras la MP700 de Corsair y la T700 de Crucial. Ambas han sido ya probadas por Tom's Hardware, pero hace evidente que se va a necesitar sí o sí un disipador para que funcionen. Al menos si se les va a dar un uso medio a alto, porque además han detectado un fallo en el firmware de la MP700 que fuerza el cierre de emergencia de la unidad por altas temperaturas si no lleva disipador.
El fallo va a ser solucionado por Phison lo más rápidamente posible, aunque Phison indica que «todas las SSD que integran el [controlador] E26 están pensadas para ser usadas con un disipador. La mayoría de placas base con PCIe 5 incluyen refrigeración específica para las SSD tipo PCIe 5». En el caso de la T700, no llega a apagarse pero sí que hay una fuerte limitación térmica que hace que el rendimiento de lectura aleatoria caiga hasta los 2 MB/s, mientras que toda la escritura cae a los 100 MB/s.
El consumo de estas unidades puede situarse en torno a los diez a quince vatios según el rendimiento de la unidad, por lo que es imposible usarlas sin refrigeración. A ser posible, es mejor no situarlas directamente en la placa base, aunque los adaptadores a tarjeta PCIe 5.0 son muy caros. Por ello la mayoría de usuarios los instalarán en la placa base, aunque mi opinión es que su precio no merece la pena viendo el del KC3000 de Kingston de tipo PCIe 4.0 que da un buen rendimiento y cuesta relativamente poco (7-8 cts./GB) para lo que aporta.
Vía: Tom's Hardware, Tom's Hardware (2).