Microsoft está acelerando que los usuarios se pasen a la última versión de Windows, pero eso requiere de pasos intermedios como por ejemplo forzar que todos los usuarios de Windows 10 utilicen la versión mayor más reciente, la 22H2. Eso es lo que pretende la compañía para que a partir del 13 de junio de 2023 aquellos usuarios en las versiones previas estén fuera del sistema de asistencia técnica que proporciona la compañía. O sea, la actualización de seguridad de junio será la última para las versiones previas a la 22H2.
Además, ese Windows 10 22H2 es el último en cuanto a características mayores se refiere, y solo recibirá actualizaciones de seguridad y de otra índole hasta el 14 de octubre de 2025. Es un paso más de los que está dando la compañía para que todos los usuarios utilicen Windows 11 en un tiempo razonable. La mayoría de usuarios siguen en la versión Windows 10, y Microsoft quiere acabar con ella cuanto antes.
El motivo es mayormente de seguridad, porque a nivel de arquitectura Windows 11 ha introducido cambios importantes para atajar ciertos fallos de versiones anteriores de Windows que cada vez son más difíciles de parchear. Además, Microsoft estableció con Windows 11 las bases para mejorar el rendimiento de los procesadores y tarjetas gráficas, y mejoró la gestión de energía de su sistema operativo.
Vía: TechPowerUp.