Los problemas iniciales con el conector 12VHPWR, conocido como el de PCIe de dicieséis pines o PCIe 5.0, tenían que ver con que no se insertaba del todo el la toma de la tarjeta gráfica. Ese falso contacto que hacía conseguía alimentar a las tarjetas gráficas, pero producía un aumento de temperatura que podía terminar dañando el conector. Una vez que la gente ha interiorizado que hay que meterlo hasta el fondo —ha sonado un poco mal—, ya no hay informes de tarjetas gráficas dañadas. O sea, hay que insertarlo hasta que se escucha un clic.
Una solución ideada por MSI para que los despistados sepan si está bien o no conectado es bastante sencilla: usa un color amarillo para la parte del cabezal 12VHPWR que debe quedar dentro de la toma de la tarjeta o fuente de alimentación, y el resto del cabezal tiene el habitual color negro. Si se inserta bien, no se verá el amarillo, mientras que si se inserta mal se verá una pequeña franja amarilla. Solución fácil, rápida de implementar y barata. Tras esto ya no hay excusa para no meterlo bien.
Fuente: PC World. Vía: Videocardz.