El lanzamiento de Starfield no ha sido malo, pero tampoco bueno. Es un juego excesivamente exigente, demasiado, y hay margen de mejora en todos los frentes, desde el propio motor gráfico del juego hasta los controladores. Pero en las tarjetas gráficas de NVIDIA va peor que en las de AMD, y mientras a Bethesda le da por implementar DLSS en el juego, NVIDIA va mejorándolo a través de actualización de los controladores GeForce. La última es una actualización automática que añade un perfil específico de RBAR para el juego.
Esta característica, el registro base de direcciones redimensionable (RBAR), lleva un par de año entre los jugones. Permite que la CPU tenga acceso directamente a todo el espacio de memoria de la GPU y no solo a un trozo, de lo cual muchos juegos se pueden beneficiar, sobre todo los actuales. NVIDIA lo activa juego a juego, y ahora ha añadido uno para Starfield. Según la compañía, en las RTX 30 y RTX 40 se puede mejorar hasta un 5 % el rendimiento. Menos da una piedra.
Solo se necesita tener instalados los GeForce 537.14 o 537.34 para que el perfil se instale automáticamente. Puede que sea necesario reiniciar el equipo si no se activa.