Solo han pasado algunos meses desde que la inflación en Occidente se ha contenido, pero eso no significa que no siga aumentando de manera alocada en los alimentos, y que la electrónica en general haya sufrido un aumento de precios de en torno a 20-30 % en los últimos dos años. Mediante un aumento directo del PVPR o mediante la reduflación: te ofrecen un nuevo móvil bonito por 200 euros, pero con un procesador de hace cuatro años, o recortando en otros aspectos. Pero, ¡ey!, sigue todo al mismo precio. O no. Lo que parece evidente es que al sector de la electrónica en general, y los PC en particular, va a necesitar varios años para recuperarse. Eso sí, IDC asegura que la recuperación empezará ya en 2024, pero tímidamente.
El desplome de ventas de equipos, tanto premontados como portátiles, cayó un 13.8 % según los datos de IDC, que a estas altura del año puede variar en uno o dos puntos como mucho, a falta de conocer los resultados financieros de la campaña de Navidad de las empresas, y eso será a finales de enero. IDC pronostica que la recuperación empezará ya a partir de 2024, con una ligera subida que irá acelerando hasta recuperar lo perdido durante 2023 en el año 2027.
Hay factores como el aumento de inflación subyacente y el aumento de costes en la producción de chips que va a seguir desincentivando el gasto en el sector PC. Pero debido a las compras masivas durante la pandemia, principalmente desde mediadosd e 2020 hasta mediados de 2021, se esperan un auge de renovaciones a partir de mediados de 2024. El ciclo de renovación normal de un PC está en torno a los cuatro años, y no solo se incluye al usuario doméstico sino también a las empresas. Es posible que los procesadores con NPU inciten a comprar más procesadores, pero me da que eso en el sector PC va a ser otro bluf, porque muy poca gente realmente lo necesita para su día a día.