Turtle Beach tiene un amplio catálogo de auriculares en el que en su gama media se encuentran los Stealth 600. En este caso analizaré la tercera versión del modelo, el cual es mejor en todos los aspectos, sobre todo en la conectividad por el receptor USB que complementa bien al Bluetooth. Junto con un ligero rediseño de su aspecto y un toque positivo en el terreno del audio en el que ya estaban bien los anteriores, los Stealth 600 Gen 3 son una interesante opción adicional al mercado actual.

Desembalado

Los Stealth 600 Gen 3 de Turtle Beach llegan en una caja azul-violeta en cuya portada deja claro su doble conexión inalámbrica por receptor USB y Bluetooth, junto con su micrófono mejorado con reducción de ruido «por IA», porque el término está de moda aunque de momento parece que los compradores huyen más de ello por experimental que los que atrae.

Son compatibles con PC (Windows, macOS, Linux), PlayStation, Switch y dispositivos móviles. Esta en realidad es la versión Stealth 600 Gen 3 PC porque incluye un pequeño receptor USB, mientras que hay otra Stealth 600 Gen 3 Xbox con un receptor más grande compatible también con Xbox, además de con todo lo anterior, para jugar inalámbricamente. Hay que tener cuidado con ello si quieres jugar en la Xbox. En la parte trasera menciona algunas características adicionales, pero pocas.

Los auriculares llegan protegidos por una bolsa de plástico y en una bandeja de cartón reciclado, junto al receptor USB y un cable USB tipo A a USB tipo C para la recarga, el cual tiene 70 cm de longitud estando forrado de plástico y es algo rígido. Se pueden usar sin problemas mientras se están cargando, aunque con otro cable porque esté es corto.

Este modelo es el habitual de diadema y son circumaurales cerrados con un alcochado en la diadema forrada de cuero sintético y unas copas que se pueden extender varios centímetros para ajustar su posición. En este caso las copas hacen un poco más de fuerza para quedarse bien en su sitio, aunque no lo he encontrado molesto al llevarlos varias horas seguidas. Las copas se pueden ajustar en dos ejes, por lo que es muy fácil encontrar una posición cómoda. Abarcan toda la oreja por lo que atenúan un poco el ruido exterior, pero tampoco demasiado.

Las almohadillas son de viscoelástica y están forradas de tela transpirable. Prefiero el cuero sintético, pero esto es una cuestión de gustos, además de que en verano la tela en este caso es mejor, aunque se puede ensuciar más. Las almohadillas son fácilmente retirables, por lo que siempre se podrían cambiar por unas de cuero sintético, y también por unas nuevas de tela cuando se desgasten con el tiempo. Son unos auriculares que pesan sobre los 300 g por lo que no se notan especialmente pesados, pero tampoco ligeros.

Todos los controles están en la copa izquierda, en lo cual se incluye un botón de encendido, un botón para cambiar el perfil de ecualización, un botón multifunción marcado como Bluetooth para forzar el emparejamiento Bluetooth y control de música, otro para cambiar entre Bluetooth y receptor USB, la toma de carga USB tipo C, y dos ruedas para el volumen de los auriculares y el volumen de la monitorización del micrófono.

En esta copa también está el micrófono abatible unidireccional de buena calidad que se silencia cuando está abatido y por ese lado es un buen diseño. El botón de encendido solo parpadea de vez en cuando para indicar que están encendidos con la idea de ahorrar batería. Se mostrará en color azul para Bluetooth y verde pare el receptor USB.

Características

Los Stealth 600 Gen 3 tienen unos amplios transductores de 50 mm llamados NanoClear que hacen una buena labor en la parte del audio como comentaré más abajo. Tienen una respuesta en frecuencia entre los 20 Hz y los 20 000 Hz, además de que cuentan con audio espacial, que simplemente es un sonido envolvente evolucionado pero sigue siendo sonido envolvente pero con otro nombre.

La conexión Bluetooth es 5.3, pero solo puede estar emparejado con un dispositivo a la vez. Además, la conexión Bluetooth y la del receptor USB no es simultánea, por lo que habrá que cambiar manualmente entre ellas con el botón apropiado de la copa izquierda. Por lo que cuestan no me parece mal, aunque sea un aspecto mejorable en una cuarta generación.

Stealth 600 Gen 3 PC de Turtle Beach
Tipocircumaurales cerrados
Peso301 g
ConexiónBluetooth 5.2, receptor USB
Respuesta en frecuencia20 Hz a 20 000 Hz
Transductores50 mm
Micrófonounidireccional
Compatibilidaddispositivos móviles, Switch, PC y Playstation. Hay una versión compatible con Xbox.
Autonomía80 h
PVPR109 euros (abril 2024)

Turtle Beach siempre incluye buenos transductores en sus auriculares aunque no sean los que proporcionen el sonido más neutro. Los transductores están afinados para la conexión por el receptor USB, por lo que por Bluetooth suenan ligeramente distintos. Se nota que por ejemplo los subgraves están ligeramente atenuados por lo que en ciertas canciones como Blood || Water de Grandson suena un poco floja. En otras de baile puede notarse un poco aunque dependerá de la canción. Por el receptor USB no ocurre.

El resto de frecuencias están bien representadas en ambos casos, tanto las medias como las altas, por lo que por este frente son unos auriculares buenos. No son para audiófilos, porque igual la escena no es todo lo amplia que debería ser, pero frente a los QuietComfort 35 II que uso personalmente están bastante bien y son bastante más baratos. Al menos los usaría a diario sin problemas. Estarían en la línea de los QuietComfort 45 en cuanto a sonido neutro, salvando ciertas distancias en cuanto a la calidad general por Bluetooth.

En canciones muy específicas por Bluetooth como Willie the Pimp de Frank Zappa u All along the watchtower de Jimi Hendrix, de guitarreo puro y duro, al principio de la canción cierta parte de los agudos pierden un poquitín de detalle y no se escuchan como deberían o se pierden entre el resto de frecuencias, pero esto es hilar muy fino porque son detallitos en los que tienes que estar cambiando de auriculares para comparar el sonido y ver que fallan un pelín en esta o aquella frecuencia.

Para solucionar el tema de los graves por Bluetooth hay una forma rápida de hacerlo y es ir a Swarm II y seleccionar el ajuste de 'Aumentar graves'. Ese perfil sube los subgraves principales y ligeramente los graves como para que ya sí suenen como debiera, con cierta fuerza pero sin agotar al oído. Muchas compañías suben los graves por defecto en los microauriculares para jugones, pero los suben tanto que molestan al escuchar música y hay que hacer lo contrario, atenuarlos. Este acercamiento me gusta más y no es la primera vez que Turtle Beach lo hace en uno de sus microauriculares.

Todo lo dicho anteriormente es para el audio normal, porque si se recurre a canciones en audio espacial la experiencia de sonido es algo mejor. Y quien dice canciones dice juegos, que en ellos también se nota. El audio espacial está bien implementado recurriendo a canciones grabadas específicamente para este formato en Apple Music y otros servicios de música bajo demanda, aunque algunas veces haya que forzar su reproducción.

En otras ocasiones están remasterizadas por el propio servicio como hace Apple. Por ejemplo, en Sweet child o' mine de Guns N' Roses se nota en varias partes de la canción. En el formato normal una de las voces está estática en el centro de la escena y en el audio espacial va moviéndose y se nota ese movimiento y queda mejor la canción. Tiene el mismo sonido en general, pero con una escena algo más amplia o más definida, aunque quizás el refuerzo de graves no sea tan necesario en este caso.

Cuando se juega la situación es similar en aquellos títulos que son compatibles. La latencia por Bluetooth es lo suficientemente baja en Windows y macOS como para no notarse nada especialmente raro durante el juego. Los sonidos ocurren al momento de las acciones. En todo caso, si alguien notara algo raro por la latencia, el receptor USB es de latencia mínima, por lo que sería la mejor opción para ellos.

En cuanto al micrófono, tiene una calidad bastante buena para el precio de los auriculares. Elimina bien ruidos de fondo, como el de un aire acondicionado portátil que tenía puestos los últimos días mientras probaba los auriculares, y generalmente el sonido de la respiración es menos molesto, aunque puede seguir capturándolo un poco. La voz suena nítida y natural, aunque quizás suenen un poco enlatados en Bluetooth frente al receptor USB.

La autonomía también es un elemento destacable de estos auriculares. Turtle Beach promete hasta 80 h de uso por Bluetooth, y en mi caso que no suelo ponerlos muy altos, al 30-35 % del volumen máximo, quizás se pueda conseguir más. Los he estado probando durante cinco días y tras ese tiempo, con un uso de unas seis horas, principalmente por la noche, la batería estaba al 67 %.

Programa de configuración

La configuración de estos auriculares se puede hacer a través de Swarm II, una versión remozada de la aplicación Swarm que venía usando Roccat para sus productos pero que ahora Turtle Beach ha absorbido totalmente. El programa está disponible para iOS, Android y Windows, pero también para macOS instalando la versión de iOS. Lo primero a hacer es instalar la actualización de firmware, que se puede hacer por Bluetooth, pero requiere de tener conectado el receptor USB al equipo para aplicarla, lo cual lo limita básicamente a PC.

Hay varias pestañas para la configuración. La principal es para el audio, con opciones de volumen maestro, el oído sobrehumano habitual de Turtle Beach que realza ciertos sonidos mientras se juega —resultón, pero poco más en este caso—, y los preajustes de audio donde están las opciones de sonido característico, refuerzo de graves, refuerzo de graves y agudos, y refuerzo de voz. Además se pueden crear ecualizaciones en diez bandas, hasta cinco, y cambiar entre ellas desde los mandos del auricular. Aquí aparece el audio espacial como «Waves 3D» para activarlo, con perfiles para juegos, música y películas.

La pestaña de micrófono también permite silenciarlo directamente, modificar la puerta de ruido y el volumen de la monitorización de la grabación. Además, está la misma opción de ecualizar el sonido que se graba. Otra pestaña permite la personalización de la rueda de monitorización del micro, el botón de cambio de modo, el volumen de las indicaciones de voz y tonos, y se puede establecer un apagado automático por inactividad entre cinco y treinta minutos.

La última pestaña son ajustes generales de la aplicación, como la versión de la apli o del firmware instalado, con información de privacidad o asistencia técnica. En general la aplicación es mejor que la que venía usando Turtle Beach para sus productos, y que funcione tanto en Windows como en macOS siempre es un extra para mí porque siempre suelo probarlos en un Mac Studio que uso para trabajar.

Conclusión

Aunque diga siempre lo mismo, Turtle Beach se caracteriza por incluir buen sonido en sus auriculares y normalmente lo estropeaba con el diseño que tenían. Invirtió la tendencia con algunos de los modelos de los últimos dos o tres años, y ahoras que añade la experiencia de Roccat a este frente hace que los Stealth 600 Gen 3 sean una interesante mejora aunque no rompan totalmente con el diseño anterior.

La adición del Bluetooth los convierten en mucho más versátiles, aunque se echa en falta una conexión multidispositivo o que se pudieran usar por cable. Eso se queda para un modelo futuro. El receptor USB y el Bluetooth permitirán usarlos en un par de dispositivos a la vez, por ejemplo una consola y el PC o un móvil, por lo que apelará a cierto tipo de usuarios que van cambiando de equipo.

El sonido es lo mejor que tienen. El sonido es suficientemente neutro como para no notar en principio nada raro en las canciones, e incluso luego que empiezas a comparar con mejores auriculares salen airosos. Los graves están un poco atenuados, pero se puede usar simplemente el perfil de refuerzo de graves para ponerlos en orden. El sonido espacial mejora un poco el sonido y permite disfrutar mejor las canciones compatibles.

Para los juegos el micrófono cumple a la perfección su función. No es el mejor micrófono en unos microauriculares, pero creo que cumplen con nota. Quizás lo de «reducción de ruido por IA» sea postureo publicitario porque esperaba más del micrófono, pero es un buen modelo, o muy bueno si tienen un ambiente ruidoso mientras juegas o tienes una videoconferencia.

Estos Stealth 600 Gen 3 al final me parecen una mejora incremental más que una tercera generación que aporte algo diferenciador. Pero no es malo porque revisa todos los aspectos, desde ese audio espacial hasta el diseño y la comodidad, aunque en esto último no he notado gran diferencia frente al modelo anterior. Dicho eso, su PVPR de 110 euros quizás me parezca un poco alto para lo que aportan —y lo que no aportan— porque el mercado está saturado de modelos en torno a los cien euros, pero un ajuste en los próximos meses los puede situar en lo más alto de la lista de recomendaciones. Tampoco se sabe cómo va a evolucionar el mercado, porque últimamente todo sube a marchas forzadas y quizás tenga que revisar mi opinión a que incluso su PVPR de 110 euros fuera bueno. Eso es algo de lo que hablar en otra ocasión.