Gigabyte ha puesto a la venta sus placas base con chipsets X870 y X870E que están más pensadas para acompañar a los Ryzen 9000 debido a las exigencias de AMD. Entre ellas, que todas deben incluir una ranura PCIe 5.0 ×16 para la tarjeta gráfica y al menos una M.2 2280 de tipo PCIe 5.0. Varios de los modelos presentados por Gigabyte tienen tres M.2 de tipo PCIe 5.0, por lo que va algo más allá que otras compañías.
Por lo general son placas base bastante similares pero en unos precios más manejables, sobre los 300-350 euros, que aun así me parece bastante alto. Ya se verá cómo evolucionan los precios de estas placas base. Otra de las exigencias de AMD es que tengan al menos un USB 4, y en este caso todas tienen dos de estos conectores. Las fases de alimentación se quedan en 16+2+2 y no van más allá por lo que Gigabyte no apunta con ninguna a los usuarios más exigentes, pero en general tampoco tienen mala pinta. Una de ellas tiene 8+2+2, por lo que ese modelo está más orientado a procesadores de menor consumo, y dan menos margen de subirlos.