En un intento por contrarrestar la propuesta del presidente electo Donald Trump de imponer un arancel adicional del 10 % a los productos chinos, el Ministerio de Finanzas de China ha propuesto otorgar una reducción del 20 % en la valoración económica a los productos chinos en las adquisiciones gubernamentales. Este enfoque busca reforzar la posición de la industria nacional frente a las crecientes presiones comerciales de EUA, marcando un nuevo capítulo en las tensiones comerciales entre ambas naciones.
La medida se centra en bienes de manufactura industrial, principalmente sus semiconductores, excluyendo por tanto a sectores como la agricultura, la pesca y la minería. Sin embargo, a pesar de los incentivos gubernamentales, el mercado de semiconductores en China sigue enfrentándose a retos importantes. Las empresas locales estarían mostrado una gran reticencia a adoptar chips nacionales debido a su inferioridad tecnológica frente a los de líderes internacionales como NVIDIA, AMD o Intel. Esta brecha tecnológica afecta especialmente a áreas como la inteligencia artificial, la computación de alto rendimiento y los centros de datos.
A pesar de las fuertes inversiones en I+D+i y los incentivos gubernamentales, los semiconductores fabricados en China no han logrado igualar los estándares de sus contrapartidas extranjeras. Esto ha llevado a muchas empresas chinas a continuar utilizando tecnologías extranjeras, aunque ello implique mayores costes o limitaciones derivadas de las sanciones impuestas por EUA. Además, algunos fabricantes internacionales han aprovechado la situación para consolidar su posición en el mercado chino, destacando la complejidad de alcanzar la autosuficiencia en un sector tan competitivo.
En paralelo, asociaciones industriales chinas están presionando para acelerar el desarrollo de chips locales y reducir la dependencia de proveedores extranjeros. Estas iniciativas, respaldadas por políticas como la Ley de Promoción de Semiconductores, buscan fortalecer la industria doméstica. Sin embargo, expertos señalan que superar esta dependencia tecnológica podría llevar décadas sobre todo por el retraso en áreas críticas como el encapsulado avanzado y las litografías punteras.
Vía: Tom's Hardware, Tom's Hardware (2).