Biden está empeñado en tensar al máximo posible la situación geopolítica con China, aunque sea un presidente que será recordado por ser un hipócrita de izquierdas por concederle un indulto a su propio hijo, condenado a 25 años de cárcel por fraude fiscal y tenencia ilícita de armas. Como si no hubiera hecho ya suficiente daño a la democracia estadounidense y al resto del mundo. Así que para tapar este escándalo que ha dejado muda a la izquierda del país, EUA ha añadido 140 empresas chinas a la lista negra de empresas relacionadas con la producción de semiconductores.

La exceusa es la misma que en el último lustro: entorpecer el desarrollo de chips de IA que puedan usarse para desarrollar mejor armamento por inteligencia artificial. Y quien dice armamento dice cualquier cosa desarrollada por IA, ya sea una vacuna contra el cáncer o un modelo climático mejorado. Es un objetivo desproporcionado que en todo caso es una molestia más que un problema real como se ha visto, ya que las IA en China siguen proliferando. Por ejemplo, optimizando la forma de entrenarlas con métodos que en Occidente ni olemos. «El hambre agudiza el ingenio», como dice el refrán.

Esta última ronda de sanciones, que no ha conseguido tapar el indulto a Hunter Biden, afecta a una amplia variedad de maquinaria litográfica adicional, lo cual impactará a empresa chinas, de Singapur y Malasia, pero las de Países Bajos y Japón quedan exentas de la nueva ronda de vetos. El objetivo es evitar que China desarrollo en el país maquinaria litográfica de todo tipo, desde escáneres hasta las de recorte y encapsulado, pero también afecta a programas de producción usados en el sector. De las 140 empresas afectadas, cien son de herramientas de producción, y sobre todo aquellas que proveen a Huawei. También se incluyen restricciones al acceso de la memoria de alto ancho de banda (HBM), la cual es crítica para el entrenamiento de las IA.

Fuente: Reuters. Vía: Tom's Hardware.