Intel ha asegurado 7860 millones de dólares en financiación directa bajo la Ley de CHIPS y Ciencia estadounidense, los cuales se destinarán a ampliar su capacidad de producción en las fábricas ubicadas en Arizona, Nuevo México, Ohio y Oregón. Además, Intel recibirá 3000 millones de dólares adicionales del Departamento de Defensa para el programa de Enclave Seguro, enfocado en la producción de semiconductores avanzados para aplicaciones gubernamentales y militares.
Estos fondos se enmarcan en los planes de Intel de invertir más de 100 000 millones de dólares en sus operaciones en Estados Unidos. Con este esfuerzo, la compañía espera aumentar significativamente su capacidad de producción, generar miles de empleos y consolidar su posición en la industria global de semiconductores, mientras contribuye a la reindustrialización del sector tecnológico del país.
De hecho, Intel espera que la inversión gubernamental en una empresa privada a costa de los contribuyentes cree 10 000 puestos de trabajo directos en Intel, 20 000 de construcción mientras duren las obras, y 50 000 en la red de proveedores. Como siempre, eso son estimaciones que puede ser o no ajustarse a la realidad, y normalmente no se ajustan mucho.