Después de la odisea para encontrar el código fuente del Príncipe de Persia, Jordan Mechner ha tenido que recurrir a expertos en archivos digitales y ordenadores antiguos para poder extraer la información.
Según cuenta, no es para nada fácil extraer en estos tiempos datos de medios de almacenamiento antiguos, como es en este caso los discos de 5,25", ya que obliga a usar el hardware antiguo, al no haber equivalente actual y también debido al DRM que se utilizaba en aquella época que literalmente destruía el contenido de los discos. Por ello, mucho han tenido que trabajar, como si de un caso de informática forense se tratara, para evitar destruir el código fuente que tanto les ha costado rescatar.
Una vez conseguidos los datos, Jordan ha sido fiel a su palabra y ha dejado el código a disposición de todo aquel que lo quiera echar un vistazo y la documentación técnica necesaria para entenderlo.