Ya es un hecho constatado: las compañías de videojuegos actuales sacan juegos estando todavía en fase beta. Y si no, veamos el claro ejemplo de Guild Wars 2, porque aquí está fallando algo.
Desde el acceso anticipado el pasado 25 de agosto, Guild Wars 2 ha tenido una gran cantidad de problemas que están llevando, hasta el día de hoy, a que cosas tan básicas como la casa de subastas en la que comerciar objetos, no funcione. Incluso no funcionaba la tienda de gemas, que es la fuente de ingresos de ArenaNet en este juego (en la que por euros compras gemas que te sirven para comprar bienes, como objetos o slots extras de personaje en el mundo que hayas elegido para jugar).
Pues ayer por la noche sacaron un post explicando el estado de los distintos bugs del juego, que ni de lejos cubren todos, solo los más prioritarios. Cosas como problemas en la seguridad del juego: el que siempre comento que los hackers se hacen con bases de datos de emails y contraseñas en texto plano para intentar atacar otros sitios, existen y es un riesgo. Este es fácilmente evitable usando una contraseña única para cada juego, aunque haya que tenerlas apuntadas en alguna libreta. ¿Y qué van a hacer? Pues autenticación por email cuando te conectas desde una ubicación nueva. Vamos, algo tan básico que me parece increíble que no esté ya implementado.
¿Otros problemas? Pues desde los mundos de "overflow" (a los que te envían si tu mundo elegido está lleno para que puedas jugar mientras se abre un hueco, en GW2 no hay colas de espera que valgan), hasta en el envío de correos entre personajes por algún exploit, pasando por que los foros del juego no están activos por problemas técnicos o que los grupos, cofradías y otros aspectos sociales fallan. Sin contar con otros que te das cuenta dentro del juego, como que de vez en cuando no puedes despojar el dinero de los cadaveres de los enemigos muertos.
¿Conclusión? Otro juego de alto presupuesto y con altas expectativas que sale al mercado en fase beta. Sí, los fanáticos dirán que esto en la beta no pasaba. Pero eso no sirve de nada ante una cagada tan indignante como ante la que nos encontramos. Estoy seguro de que a ciertos fallos con los que sabían iba a salir el juego se les ha juntado con otros de última hora, pero es inaceptable. Ya está siendo una costumbre por parte de los videojuegos el tenernos constantemente parcheando los juegos durante los primeros días o semanas para eliminar bugs.
¿Qué es lo que evita la indignación completa? Que el resto del juego funciona, y funciona bien. Es una maravilla jugarlo, pero igual los que quieran probarlo será mejor que se esperen unas semanas a hacerlo, aunque teniendo en cuenta que el juego carece de una cuota mensual para entrar a él, tampoco es que importe mucho adquirirlo antes o después. Y esto es lo que igual le salva (o no) del fracaso.
Y lo peor es que esto desemboca en casos como el de Star Wars: The Old Republic. Un gran juego AAA, pero que se está yendo al Free-To-Play (al menos las campañas hasta nivel 50, el resto está bastante limitado) simplemente por no sacarlo uno o dos meses más tarde. Soy un gran fan de ese juego, y ahora mismo está en una óptima condición en la que pocas cosas fallan, y dentro de poco saldrá una expansión para él. Pero aun así, es otro de esos grandes fracasos provocados por los productores querer rentabilizar cuanto antes su dinero y forzar a sacar un juego en beta.
Pero no todos son así. En los últimos tiempos, uno de los pocos que se salvan de la quema es RIFT. Sí, ese modesto juego, que sólo tendrá unos cientos de miles de jugadores (¿300.000?) pero cuyos programadores y desarrolladores son, con diferencia, los mejores del mundo de los videojuegos. Sacan contenido cada dos por tres de calidad, lo sacan sin fallos, y es increíblemente entretenido. ¿No puede aprender las demás empresas a que, igual, deberían revisar su forma de desarrollar, y sobre todo, de programar sus juegos?
Programar lo hace hasta un mono, pero igual hay que pagar más para conseguir que tus juegos lo programen ingenieros cualificados y bastantes años de experiencia. Que haberlos, los hay. Y muchas veces están en la cola del paro.