Valve ha añadido una nueva fuente de ingresos a Steam, y no se trata simplemente de vender gorros y conseguir altos márgenes de beneficios con ello. En esta ocasión se trata de vender mods o modificadores de juegos que permiten personalizar la experiencia de juego al antojo del desarrollador de cada mod.
Han comenzado con la venta de mods para Skyrim, uno de los juegos más populares de los últimos años, pero la letra pequeña es la comisión con la que se queda la compañía: el 75% del valor del mod. Pues me he quedado con los ojos tan abiertos como los puedas tener tú ahora mismo.
Las tiendas de aplicaciones para teléfonos como App Store y Google Play Store se quedan con el mismo porcentaje: 30%. Pero Gabe Newell parece que no le parece bien ese porcentaje y quiere quedarse con el 75% porque, bueno, las Steam Machines y SteamOS no termina de coger tracción entre los usuarios y eso implica pérdidas. Aunque no creo que la mejor forma de perfilar resultados sea quedándose con el 75% de los mods.
Me gusta más la idea de un reparto 50-25-25 (o incluso 60-20-20) entre desarrollador, estudio del juego base y Valve. Tiene cierta lógica al fin y al cabo, ya que el desarrollador está obteniendo beneficios a costa del trabajo del estudio de desarrollo del juego.
The ideal Steam Workshop split should be 50% to modders, 25% to original devs, 25% to Valve.
— Soren Johnson (@SorenJohnson) April 23, 2015
Vía: Ars Technica.