La guerra por la nueva generación de consolas se ha decantado totalmente en favor de Sony y su PlayStation 4. La diferencia de precio inicial con respecto a la Xbox One y la diferencia en la calidad gráfica de los juegos (ligera pero ha sido un reclamo publicitario) ha hecho que un mayor porcentaje de los jugones se hayan decantado por ella.
Sony ha dado la última cifra oficial de ventas de su consola, lo que la situaba en los 22,3 millones a 31 de marzo. Es un aumento de 2,4 millones de unidades con respecto a finales de diciembre en las que las ventas sumaban 19,9 millones de unidades.
Microsoft no está proporcionando la cifra de ventas de Xbox One, quizás por una clara desaceleración en sus ventas. A finales de diciembre ascendían aproximadamente a los 13 millones, y en el último trimestre Microsoft ha vendido 1,6 millones de Xbox One y Xbox 360, que incluso suponiendo que se hayan vendido 1 a 1,2 millones de Xbox One, Sony está vendiendo el doble de consolas.