Corren tiempos difíciles para Valve, al menos en suelo francés, porque ha sufrido un duro revés para su modelo de negocio de Steam. Uno de los problemas fundamentales con las plataformas de descarga digital de videojuegos es que no se pueden revender los títulos. Por eso la resolución una demanda en el juzgado de primera instancia de París puede establecer un antes y un después en este terreno.
La demanda fue presentada hace cuatro años por la Union fédérale des consommateurs-Que Choisir (Unión Federal de Consumidores-Qué Elegir) porque entendían que la prohibición de Steam de revender los juegos iba en contra de las leyes de la Unión Europea. Específicamente con las que hacen referencia al libre movimiento de mercancías entre los países de la unión.
La defensa de Valve se centraba en que su servicio era de suscripción (¿?, claro que sí, Gabe), pero fue rechazado por el juez ya que Steam vende los juegos a perpetuidad como ventas finales y no como parte de una suscripción. Todos los productos en la Unión Europea, ya sean físicos o digitales como los programas y videojuegos, deben poder revenderse sin el permiso del vendedor original, siempre que sea de una copia única y no de duplicados.
Obviamente Valve no está de acuerdo con el dictamen de este juez, y a pesar de tener tres meses para rehacer los términos y condiciones de Steam para incluir la reventa de juegos, la compañía va a apelar la decisión y por tanto no tendrá que hacer nada hasta que la sentencia sea firme. Pero esto abre la puerta a que Steam, y el resto de plataformas de venta digital de videojuegos, tengan que modificar sus clientes de PC y consolas para que permitan transferir los juegos entre cuentas de usuario.
Una sentencia en firme en Francia al respecto se podría extender a todo el territorio de la Unión Europea.
Vía: EnGadget.