Sony empezó a recortar el peso de la PlayStation 5 hace un año cuando apareció en tiendas de Australia un modelo con un disipador recortado. El resultado en cuanto a las temperaturas de funcionamiento no era significativo, con solo un aumento de dos a cuatro grados, y dependiendo de lo que se hiciera. El recorte fue de 300 g, lo que dejaba a la consola en los 4.2 kg frente a los 4.5 kg del modelo inicial. Ahora surgen nuevos modelos con aún menor peso, otra vez en Australia.
La compañía ha recortado otros 300 g en el modelo con lector óptico y 200 g en el modelo solo digital. Eso deja a ambos modelos en los 3.9 kg y 3.4 kg, lo cual empieza a ser un recorte de peso bastante importante y realmente bastante raro en una consola. Eso sí, la PlayStation 5 dista de ser una consola ligera, pero la Xbox Serie X pesa también en torno a los 4.5 kg iniciales.
No se sabe por ahora a qué se debe el nuevo recorte de peso, pero apostaría a que es para nuevas reducciones de costes. Se une al aumento de precio que va a experimentar la consola en muchos países, por lo que está claro que Sony quiere empezar a hacer dinero con la consola en lugar de perderlo. Bien es cierto que las materias primas han subido mucho de precio, con algunos materiales incluso duplicando su precio, y que TSMC ahora cobra más por los chips y que por tanto AMD se lo habrá repercutido. Pero empieza a establecer un extraño patrón en Sony que puede no gustar a muchos.
Vía: Tom's Hardware.