Los rumores son rumores y muchas veces hay que tratarlos como tal. Me ha hecho gracia el que se ha pasado de hablar de una «PlayStation 5 Slim», modelo fino que no hubo con la PS4, a una «PlayStation 5 Pro» bastante más potente. Y una vez que alguien abre la veda con este tipo de rumor otros se suman a él dando la información de «sus fuentes», aunque sean las del parque de al lado de su casa. Porque sobre esta PS5 Pro ahora se asegura que tendría potencia para mover juegos a 8K con trazado de rayos.
Eso es algo que no lo consigue hacer con fluidez una RTX 4090, por lo que no me creo que una PS5 Pro vaya a hacerlo. Bueno, se podría añadir alguna técnica de escalado de imagen tipo FSR con generación de fotogramas «falsos», lo que vendría a ser FSR 3.0, en cuyo caso quizás sí pudiera mover juegos a 8K. Esta parte podría ser cierta si se cumplieran algunas condiciones.
Ahora llegan las rumoreadas especificaciones para cumplir lo anterior. El procesador de la consola pasaría a tener una parte de CPU con ocho núcleos Zen 4 y una iGPU de 72 unidades de cómputo de tipo RDNA 3 lo que aportaría 4536 sombreadores dobles. Eso sería un 15 % menos que los sombreadores que incluye la RX 7900 XT. Contaría con 20 GB de memoria unificada de tipo GDDR6X a 18 GHz con un ancho de banda de 720 GB/s. Dispondría de 1.65 TB de SSD de la arquitectura propia de Sony.
Obviamente si Sony quiere mejorar la potencia de la PS5, sustancialmente como parece, lo indicado anteriormente es totalmente viable. Solo hay que pagarle lo suficiente a AMD para que diseñe el chip y TSMC lo produzca. Con un proceso litográfico de 4 nm, es totalmente viable. Cuestión aparte sería el precio de la consola, porque está muy bien lo de «jugar a 8K», pero no estaría al alcance de la mayoría. Añadiría más potencia a los juegos, lo cual es algo que los desarrolladores llevan pidiendo desde hace un par de años. La potencia de la PS5 actual, aunque buena, da para lo que da en 2023.
Vía: TechPowerUp.