Microsoft dejó de dar asistencia a Windows 7 en enero de 2020 y a Windows 8 en enero de 2023. Desde entonces ha habido compañías que han dejado de desarrollar sus aplicaciones para esas versiones de Windows, y ahora le ha llegado el turno al cliente de Steam. Valve ha anunciado que ya no lo desarrollará, por lo que la aplicación se quedará tal cual estaba en la última versión plenamente compatible para estos sistemas operativos.
No recibirá mejoras de tipo alguno y tampoco parches de seguridad, que nunca están de mal porque Steam es uno de los programas a los que los jáqueres más les buscan las cosquillas. De hecho tiene un largo historial de fallos de seguridad que han sido activamente explotados.
El cambio es un poco forzado ya que Steam integra un cliente de Chromium para la interfaz, y este ha dejado de ser desarrollado también para Windows 7 y 8. La única opción para que el cliente siga funcionando adecuadamente es pasarse a Windows 10 u 11.