Nintendo lanzó su Switch en 2017, por lo que ya va siendo hora de que reciba una revisión mayor con más potencia para adaptarla a los tiempos que corren. Todo apunta a que va a ser este año cuando la ponga a la venta, una «Swith 2», o como se llame, que traería importantes novedades en todos los frentes, incluido en la pantalla. Aparentemente, pasaría a ser un modelo de 20 cm de diagonal (8 in), frente a los 17.5 cm que tiene la actual (7 in).
Quizás lo que no guste a todos, pero a mí sí, es que Nintendo se decantaría por un modelo IPS en lugar de OLED. De cara a la vida útil de la pantalla, sobre todo para los que usen más esa segunda Switch, sería mejor, aunque también le permitiría a Nintendo reducir costes.
Si se aumentara el tamaño de la pantalla, me imagino que Nintendo reduciría los marcos de pantalla y habrá planeado un diseño más resistente, sobre todo para evitar los problemas de durabilidad de los carriles sobre los que se deslizan los Joy Con. No tendría mucho sentido lanzar una Switch 2 mucho más grande que la Switch.
En el plano del procesador, se espera que sea un modelo producido por NVIDIA, y que le dé a la consola acceso a DLSS. Podría ser un Jetson Orin, un chip fabricado a 8 nm por Samsung, con doce núcleos Cortex-A78AE, LPDDR5, y una iGPU de 2048 núcleos CUDA, más los tensoriales para el DLSS. La GPU de la actual Switch apenas tiene 252 núcleos, por lo que el salto de potencia sería de al menos el 700 %.
Fuente: Bloomberg. Vía: Tom's Hardware.