Valve ha estado trabajando muy duro en la última década en mejorar el juego en Linux, aunque no ha sido hasta la llegada del Steam Deck cuando la compañía realmente ha conseguido hacerlo realidad. Lo hace a través de la capa Proton que traduce los juegos de DirectX 12 a Vulkan, y lo hace tan bien que en algunas ocasiones rinden mejor en Linux que en Windows. Pocas, pero ocurre, y el resto no se quedan muy lejos de rendimiento. Otros juegos no funcionan, pero son cada vez menos a medida que la compañía trabaja en la compatibilidad. Y en este último apartado, está trabajando en una versión de Proton para la arquitectura ARM64.
Esto es de acuerdo a ciertos cambios que está haciendo Valve al proyecto, y los está probando con cientos de juegos de Steam como Shadows of Mordor o Left 4 Dead 2. Con los nuevos procesadores Snapdragon X de Qualcomm que cuentan con una unidad gráfica integrada bastante decente, es una pieza fundamental para orientar esos procesadores a los PC de mano como el Steam Deck, con las ventajas que tiene de cara a la autonomía. Son procesadores que irán creciendo rápidamente en potencia gráfica, por lo que Valve debe de verlos como una alternativa factible a los de arquitectura x86 que se usan actualmente.
Vía: Tom's Hardware.