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El avance en las mejoras de seguridad de Windows terminan teniendo un impacto en el rendimiento de los equipos. Una de esas características, la seguridad basada en virtualización (VBS), llegó con Windows 11 activada por defecto que también activa la integridad de memoria y ahora también está activada por defecto en algunas instalaciones de Windows 10. Tom's Hardware ha analizado detalladamente el impacto que tienen estas características en Windows y el resultado es que desactivarlas puede mejorar el rendimiento en juegos hasta un 15 %.

Microsoft ha estado promoviendo que los usuarios migren de Windows 10 a Windows 11 por activa y por pasiva, aunque el tema del TPM (módulo de plataforma de confianza) hace que en los equipos más antiguos no se pueda o no se debiera de instalar. La compañía levantó la mano en cuanto a los requisitos, pero ahora parece que está dando marcha atrás. En algunos equipos que no deberían de estar ejecutando Windows 11 ha empezado a mostrarse una marca de agua.

Desde que Apple puso a la venta los primeros Mac con procesadores de arquitectura ARM se ha intentado instalar Windows en estos equipos a través de varios métodos, incluida la virtualización de las soluciones de Parallels o VMware. Pero técnicamente la licencia de Windows no contemplaba que se instalara en los Mac con esta arquitectura. Hasta ahora, ya que Microsoft ha avalado oficialmente la instalación de Windows en los Mac con procesadores M1 y M2 a través de la solución de Parallels.

Internet Explorer (IE) se resiste a morir a pesar de que poca gente lo sigue usando. Desgraciadamente hay muchas webs internas, sobre todo de administraciones gubernamentales, que no funcionan en otra cosa que no sea IE debido a los certificados u otras malas prácticas de desarrollo, por lo que sigue estando en uso. También en equipos muy antiguos de fábricas o usuarios que no han cambiado de equipo en una década. Pero dentro de la multitud de pequeñas muertes que está sufriendo el navegador, Microsoft lo va a eliminar de Windows 10.

Aquellos que tengan periféricos y accesorios con iluminación RGB de distintos fabricantes van a encontrar interesante una característica que podría llegar próximamente a Windows 11. Se trata de un opción en los ajustes que permitirá el control de esa iluminación sin tener que instalar mil y una aplicaciones de distintos fabricantes.

Microsoft ha dado muchos pasos en los últimos años para centrarse solo en el desarrollo de una versión de Windows, que esa iba a ser solo Windows 10 aunque finalmente decidiera que había que aumentarle el numerito de vez en cuando para vender más y dar sensación de evolución. Windows 11, que llegó en octubre de 2021, realmente no es un gran cambio, solo hace retoques a nivel estético, pero no incluye nada que no pudiera haberle metido a Windows 10. Sea como sea, la anterior versión del sistema operativo dejará de venderse a partir del próximo 31 de enero.

Microsoft distribuyó hace una semanas la actualización de 2022 de Windows 11 (versión 22H2), pero en algunos casos podía lastrar el rendimiento en juegos. Finalmente la compañía lo ha solucionado con la distribución del parche KB5020044 que ya está disponible para instalar a través de Windows Update. Se trata de una actualización opcional, por lo que en caso de que no se tenga problemas con en el equipo no hace falta instalarlo, aunque incluye otras correcciones.

Siempre que hay una actualización mayor de Windows hay que ir con pies de plomo. Muchos corren a actualizar su equipo por ser los primeros en probar las novedades, pero lo mejor que se puede hacer es esperar al menos una semana para que surjan todos los problemas no detectados. Sobre todo si es en programas de tercero, como ha ocurrido con los controladores de las tarjetas gráficas de NVIDIA.

Microsoft lleva trabajando cuatro meses en poner a punto la versión 22H2 de Windows 11 y finalmente está disponible para todo el mundo llamándola simplemente «Actualización 2022». No es nada rompedora, incluyendo las habituales mejoras de seguridad entre versiones mayores del sistema operativo así como las inevitables correcciones de errores y reducción en el consumo en portátiles. También hay alguna mejora o adición de funcionalidades.

Cuando Microsoft dijo que Windows 10 iba a ser el último Windows que habría no quería decirlo como si fuera algo escrito en piedra. Como hacen las compañías y políticos por igual, donde dije «digo», digo diego, y se autocorrigen. Es que no les entendemos bien lo que querían decir. Por eso seis años después de que llegar el «último Windows que habría» llegó Windows 11 pronosticando al incesante goteo de versiones mayores del sistema operativo. Ahora llegan rumores que Microsoft retomaría la cadencia de una versión mayor de Windows cada tres años.