El primer intento de llevar la novela de Dune a la gran pantalla vino de la mano de Alejandro Jodorowsky pero desgraciadamente no concluyó con éxito. Quizás el intento fuera demasiado bueno como para ser verdad puesto que el plantel de la película contaba con actores como Orson Welles (barón Harkonnen), Salvador Dalí (emperador Shaddam IV), Gloria Swanson, David Carradine, Geraldine Chaplin, Alain Delon, Hervé Villechaize y Mick Jagger. Por si fuera poco, la banda sonora iba a ser compuesta por Pink Floyd y entre los miembros del equipo se encontraban también Moebius, (el creador de la revista Metal Hurlant y Heavy Metal) y el artista gráfico y escultor H. R. Giger.
El segundo intento, dirigido por David Lynch, sí llegó a la gran pantalla pero con una acogida bastante mediocre. Los fans de la novela no quedaron contentos y muchos de aquellos que no conocían el universo de Dune no fueron capaces de entender bien la película.
El universo construido por Frank Herbert, creador de la saga Dune, es complejo a todos los niveles. A la propia inmensidad que supone un imperio galáctico, se le suma el particular sistema de viajes a través del espacio profundo, la tecnología armamentística inventada por Herbert y otros aspectos de difícil o imposible comprensión si no le ponen a uno adecuadamente en contexto. Eso incluye las tramas políticas, la genética, el armamento o la religión.
Que un espectador no entienda algún aspecto de una película no es algo necesariamente malo. El problema llega cuando esta falta de entendimiento hace que automáticamente desconectes de la película o incluso llegues a odiarla. Además se suma la dificultad técnica para plasmar de forma creíble en la gran pantalla un universo futurista tan majestuoso y rico en detalles.
A estas alturas la dificultad técnica de plasmar un universo futurista es mucho menor que en los años 80 pero sigue existiendo un importante reto en lo que se refiere a la comprensión de la novela. Y eso que de las seis novelas de la saga Dune que escribió Frank Herbert la primera de ellas es mucho menos compleja que el resto. He de admitir que en varias de las siguientes novelas tuve que dejar de leer más de una noche porque era incapaz de encajar las piezas de lo que estaba leyendo. También es cierto que había muchas cosas que se perdían en las traducciones (al menos las primeras) y que posteriormente pude disfrutar más cuando decidí releer la saga en su idioma original.
Al contrario que otras adaptaciones de la novela, como la del mundo de los videojuegos, los intentos de portar la novela de Dune a la gran pantalla no han ido como se esperaba. Este tercer intento pinta bastante bien pero parte de la desgracia de estrenarse justo cuando parece que estamos saliendo de una pandemia que ha hecho estragos en el mundo del cine. Son muchos los que han perdido la costumbre o todavía no se sienten cómodos acudiendo a los mismos y quizás sea este el motivo por el que buenas películas, de franquicias de éxito como la de los superhéroes Marvel y su Sang-Chi (para mí una gran película de artes marciales y una de las mejores de Marvel), no están teniendo la taquilla que merecen.
La saga de Dune es conocida y apreciada por todo el equipo de redacción de Geektopia pero está claro que entre ellos soy el más fan-ático y me corresponde el privilegio (¿obligación?) de hacer la crítica de este tercer intento de adaptar la primera novela de Dune al cine. No voy a dedicar el espacio que suelen emplear los medios generalistas para introducir el universo, con el clásico "Dune es el único planeta del universo donde se encuentra el bien más preciado que permite los viajes espaciales: la especia".
Consejo importante: no te pongas a buscar vídeos donde te expliquen de qué va Dune por miedo a no entender la película. Si nunca antes habías oído hablar de Dune, ve directamente al cine y disfruta del mundo que te van mostrando; sumérgete poco a poco. Si te pica mucho la curiosidad, puedes leer mi artículo Dune: panorámica a una de las más impresionantes sagas de ciencia ficción donde cuento el impacto de la saga en la literatura y cómo este se trasladó al mundo del cine, la televisión, el cómic, los videojuegos, la música e incluso los juegos de rol. ¿Y por qué este artículo sí y un vídeo no? Pues porque en el artículo te hablo del impacto e historia de la saga pero sin destriparte de qué va el universo, que es una de las cosas más emocionantes que tiene Dune y que merece la pena descubrir por uno mismo.
Necesariamente la adaptación de una novela al cine va a suponer ciertos cambios. Yendo a mínimos, por mucho que un escritor se esfuerce en dar detalles de lo que pasa por su imaginación los lectores al final siempre acabamos poniendo de nuestra propia cosecha. En la película de Villeneuve la adaptación es muy fiel a la novela, o al menos a media novela que es lo que se ve en la película, pero también al universo de la saga Dune dado que incluye ciertos aspectos que no pueden desprenderse de la simple lectura de la primera novela.
Hay algunos cambios que no termino de entender, como el cambio de sexo a un personaje secundario como es Liet Kynes, planetólogo del Imperio, ya que no tiene ningún tipo de impacto en la película. Dudo que lo hayan hecho por razones de cuota, ya que el universo de Dune no está precisamente vacío de mujeres poderosas. Más bien todo lo contrario. Como se puede ver en el tráiler que he enlazado al comienzo del artículo, la narración en la versión de David Lynch la comienza la princesa Irulán mientras que en la nueva película el protagonismo lo adquiere la fremen Chani. Un claro guiño a la adaptación anterior.
En cualquier caso no voy a juzgar la película según lo fiel que sea a la novela original entre otras cosas porque, como decía antes, el universo de Dune ha sido adaptado a un montón de formatos y ampliamente explotado por Brian Herbert, el hijo del creador de la saga, quien ha escrito un montón de novelas basadas en la obra de su padre. Vamos, que entiendo que este universo pueda interpretarse de múltiples formas según cada lector.
La película es una gran producción que intenta mostrar la profundidad y la complejidad del universo de Dune y como tal no puede esperarse un ritmo de acción desenfrenada, al estilo de la última película del Escuadrón Suicida. Hay excelentes escenas de acción: batallas campales a cuchillo, naves estelares arrojando toda su furia o ataques de gusanos gigantes. Pero entre estas escenas los espectadores superficiales o impacientes tendrán que aprender a disfrutar de la fotografía, la banda sonora, el vestuario o el mero hecho de adentrarse y familiarizarse poco a poco con el maravilloso universo de Dune.
En cuanto a adentrarse en el universo de Dune, al ser un gran fan de la saga era capaz de entender perfectamente todo lo que estaba ocurriendo en la película. Consciente de que esto iba a ocurrir, no he parado de preguntarme a lo largo de la película si alguien que desconoce totalmente las novelas podría entender qué estaba sucediendo o si a pesar de no entenderlo podría seguir viendo la película sin frustrarse. Creo que la mayoría de las cosas que suceden en la película se pueden entender fácilmente o al menos no dejan al espectador fuera de juego. El aspecto que más me extrañó que no se explicara fue el funcionamiento de los escudos corporales y la necesidad de ser muy preciso en los combates, para que el cuchillo logre pasar el escudo.
De hecho, en la película no se explica por qué en un mundo tan avanzado las batallas campales sobre el terreno se disputan a base de hojas afiladas. Esto es algo que puede llamar poderosamente la atención del espectador pero que entiendo que en la mayoría de los casos no llegará a la incomodidad de hacer que el espectador se frustre con la película sino más bien despertar su interés por como se ha llegado a ese punto. Precisamente las escenas de combate con armas afiladas son una de las cosas que más he disfrutado, tanto las batallas campales como los enfrentamientos individuales y en pequeños grupos.
Aunque en la película no se explique, Villeneuve sí que dio detalles en una entrevista para explicar las particularidades del estilo de lucha con armas de filo que desarrolló con su equipo creativo:
En este universo hay un invento: el escudo Holtzman. Es algo que puedes usar en tu cuerpo y desviará cualquier cosa que venga rápidamente hacia ti. Solo algo lento puede penetrar ese escudo. Esto llevó a que cosas como las balas se emplearan menos. La humanidad volvió al combate cuerpo a cuerpo, donde luchas con cuchillos y espadas porque es la única forma en que puedes matar a alguien a través de esos escudos. Puedes penetrar el escudo lentamente con un arma de filo.
Y esto es solo parte de las particularidades armamentísticas ideadas por Frank Herbert.
El director ha conseguido trasladar la majestuosidad del universo de Dune con gran acierto. La película merece la pena ser vista en un cine que permita disfrutar del gran trabajo que se ha realizado a nivel de imagen, sonido, guion, interpretación... Bueno, realmente a todos los niveles.
Villeneuve dejó claro que su intención era "diseñar una película que fuese lo más inmersiva posible. Ha sido soñada, diseñada y grabada pensando en Imax. Cuando ves esta película en pantalla grande, es una experiencia física". Creo que lo ha conseguido. Villeneuve llegó a afirmar que ver su versión de Dune en un televisor normal era una tontería.
Como crítica, en algunos momentos he notado que la película era un tanto hueca, como vacía de sentimiento. Es algo difícil de explicar pero que he notado sobre todo al final de la misma. Un sentimiento de falta de tensión o de emoción, de no haberme dejado en un punto álgido, con esas ganas locas por que la historia continúe.
Quizás sea porque ya me conozco demasiado bien la historia. De todas formas estoy deseando que hagan una segunda parte y en cuanto pasen unos días y haya datos de la recaudación actualizaré mi viejo artículo de la saga de Dune con este nuevo hito histórico.
Puntuación
8.0
sobre 10