A mediados de diciembre prosperaba en EE.UU una solicitud a su gobierno para construir la Estrella de la Muerte. Sí, esa de Star Wars, un terror tecnológico sin igual en la galaxia que destruyó Alderaan y amenazó con hacer lo mismo con Yavin 4 hace mucho, mucho tiempo. Y que amenazó con volver a aterrorizar la galaxia en Endor.
En este tipo de solicitudes populares al gobierno que ha estandarizado Barack Obama desde su llegada a la Casa Blanca, el gobierno está obligado a responder si las acepta o no al llegar a 25.000 firmas digitales. Como tiene 35.000 solicitudes, y Obama es un conocido fan de la ciencia ficción, la respuesta de la Casa Blanca no podía ser mejor tributo a la saga, con un gran número de referencias a la misma.
Lo primero, que la respuesta oficial se titula "Esta no es la respuesta a la petición que estáis buscando" (This isn't the petition response you're looking for). Y las tres razones principales que da son:
- Que con un coste de construcción estimado de 850.000.000.000.000.000 dólares (850.000 billones) no sería una buena solución para reducir el déficit.
- Que la Administración no apoya la destrucción de planetas.
- ¿Por qué gastar el dinero de los contribuyentes en una Estrella de la Muerte con una debilidad fundamental por la que puede ser destruida por una nave con un solo piloto?
Pero también porque ya tenemos una estación espacial con una tripulación permanente de seis astronautas estudiando cómo puede la humanidad vivir en el espacio, y dos robots dando vueltas por Marte. Y sobre todo, porque la exploración espacial ya no es cosa de solo el gobierno, con cada vez más empresas privadas participando en la exploración espacial, como ocurre con el Commercial Crew and Cargo Program Office (C3PO) enviando material y tripulación al espacio de parte de la NASA.
Haciendo también referencia a que Obama sabe cómo defenderse con un sable de luz, que la NASA tiene robots asistentes, o que se está creando el brazo biónico de Luke. En definitiva:
Recuerda que el poder de la Estrella de la Muerte de destruir un planeta, o incluso una galaxia entera, es insignificante al lado del poder de la Fuerza.