Es un error muy habitual al leer un artículo de la prensa norteamericana el confundir los precios de los móviles. ¿Un iPhone por 199 dólares? ¿Estamos locos? Obviamente no, y la razón es muy sencilla: allí siempre se habla por defecto de precios del móvil subvencionado con 2 años de permanencia con una operadora cualquiera.
Esto puede llevar a meteduras de pata críticas en los periodistas tecnológicos del resto del mundo, que pueden establecer argumentos en base a datos erróneos. En ese artículo se dice que el iPhone "barato" nunca verá la luz porque no le salen las cuentas de cómo va a costar entre 99 y 149 dólares, cuando realmente Apple nunca lo pondría a la venta por menos de 399 dólares. Pues efectivamente: el coste sería de entre 99 y 149 dólares con contrato de permanencia de dos años, y posiblemente su precio libre costaría entre 399 y 499 dólares. El Samsung Galaxy S IV, cuando salga, también costará 199 dólares...
Eso sí, es un fallo muy común, que hasta yo en la primera keynote de Apple que recuerdo cometí. Pero al terminal la keynote, decir "Qué raro" e investigar diez minutos, vi la explicación que aquí os he expuesto. Por eso, un iPhone barato sigue siendo muy factible por las razones que dí hace un par de días cuando saltó la noticia a primera plana.
Por eso en EE.UU los teléfonos son tan atractivos para el público general, y por eso hay cada vez más usuarios que se decantan por terminales de gama alta. Y es que si aquí en España las operadoras nos pusieran el Galaxy S IV, el Grand S o el iPhone 5 por 200 euros más dos años de permanencia, todos firmábamos con sangre con ellos. Actualmente aquí la política de compra de terminales por puntos resulta, en esos dos años, muy caro y por eso cada vez más decidimos comprar nuestros móviles libres.