El sistema de la garantía de los productos de Apple suele levantar bastantes ampollas en todo el mundo. Pero en China, la semana pasada muchos medios de comunicación arremetieron contra Apple alegando que existía una discriminación hacia sus clientes con respecto a los clientes de EE.UU.
En el ojo del huracán está la política de cambiar los iPhone 4, 4S y 5 defectuosos. Los medios aseguraban que, debido a que según las leyes chinas obligan a extender la garantía un año completo en el caso de productos cambiados, Apple decidía simplemente sustituir las piezas defectuosas, con lo que la garantía sólo se extiende 90 días, mientras que en EE.UU se cambia en todos los casos. Tim Cook ha asegurado que esto es así parcialmente.
En el caso de los iPhone 4 y 4S, bastante más fáciles de reparar, se suele optar en todo el mundo por sustituir las piezas defectuosas. Pero en el caso del iPhone 5, se suele tomar la política de realizar un cambio de terminal. Ha pedido perdón por la confusión y polémica generada, y ha dicho que entrenarán a los dependientes de la secta de los Apple Store para comunicar de forma más detallada la política de garantía del país asiático.
Las polémicas de las garantías de Apple no es nada nuevo. En más de un país europeo se ha llevado más de un varapalo judicial debido a que el Apple Care, pagando una nada módica cantidad, extiende la garantía del producto de "un año" a "tres años". El problema está en que en los países de la Unión Europea la garantía es de dos años, por lo que sólo debería cobrar el Apple Care por pasar la garantía de "dos años" a "tres años", o dejarlo bien claro en sus páginas Web.
Parece que la garantía de sus productos es algo en lo que Apple debe de seguir trabajando para no llevar a engaños a los usuarios. Sean del país que sean.