Llevábamos ya varios meses esperando el anuncio de las nuevas phablets de la compañía coreana, smartphones de gran pantalla a mitad de camino entre teléfonos (phones) y tablets. De ahí sale el nuevo palabro para denominarlas: phablets. La nueva gama Galaxy Mega promete llevar a los bolsillos más grandes (en los míos no entrarían) dos modelos: uno de 6.3 y otro de 5.8 pulgadas.
La versión de 5.8 pulgadas cuenta con una pantalla de 960x540 píxels, procesador de doble núcleo a 1.4GHz, 1.5 GB de RAM, un tamaño de 162.6 x 82.4 x 9 mm, 182 gramos de peso, memoria interna de 8GB, tarjeta microSD de hasta 64 GB, batería de 2.600 mAh y cámara de 8 mega píxels trasera y 1.9 MP frontal. Esta versión no cuenta con LTE ni con soporte para la nueva especificación de WiFi ac.
Por otro lado, el buque insignia de la gama, Galaxy Mega 6.3, cuenta con una pantalla HD (1280x720 píxels), procesador de doble núcleo a 1.7GHz, 1.5 GB de RAM, 8 ó 16 GB de almacenamiento interno, tarjeta microSD de hasta 64 GB, batería de 3.200 mAh, cámara trasera de 8 megapíxels y frontal de 1.9. Tiene unas dimensiones de 167.6 x 88 x 8.0 mm y pesa 199 gramos. Este modelo soporta WiFi ac, el nuevo estándar que mejora la velocidad de transmisión, aunque en la práctica poco notaremos la diferencia a menos que enviemos enormes cantidades de información entre terminales con este tipo de WiFi.
Ambos corren Android 4.2 Jelly Bean, tienen conexiones Bluetooth 4.0 de bajo consumo, LTE en el modelo 6.3, cuenta con la interfaz TouchWiz de Samsung y los servicios que ya presentaran los coreanos con el Galaxy S4: S Travel, Story Album, Group Play, Samsung WatchON, Samsung Link, S Translator, ChatON.
Como veréis, el diseño de los terminales es el que ya pusiera de moda Samsung en su Galaxy S3 y que ha continuado en el S4. Guste más o menos, es ya característico de la compañía coreana, que lo usa en smartphones, tablets y phablets de todos los tamaños.