El año pasado nos cansamos de hablar de la llegada de los nuevos sistemas operativos basados en HTML 5, que se centran en tres grandes apuestas: Firefox OS, Ubuntu Touch y Tizen. Si bien siempre los he considerado como el futuro de los sistemas operativos para dispositivos móviles por que las aplicaciones sirven en realidad en cualquier sistema con un navegador web, no es tan fácil captar la atención del gran público sin el apoyo de las operadoras.
Las ventajas de desarrollar aplicaciones HTML 5 son varias pero se centran en dos. Por un lado, los desarrolladores tienen menos problemas a la hora de llevar sus aplicaciones de una plataforma a otra ya que los estándares de Internet están en su favor, y son independientes del dispositivo y sistema operativo en que se van a utilizar. Por otro, que esa cualidad multiplataforma beneficia al usuario final: va a usar la misma aplicación en su móvil, PC, portátil, tableta, televisor o frigorífico. Donde sea, HTML 5 y JavaScript se aseguran de que no vaya a tener problemas a la hora de usarla en las mismas condiciones.
Pero esas ventajas no llegan si los dispositivos no llegan al mercado mundial, y lo tienen que hacer a través de las operadoras. Firefox OS consiguió el respaldo de una de las grandes, Telefónica, que nos guste o no tiene una gran influencia en Europa y Sudamérica con sus distintas filiales como los Movistar de distintos países u O2 en Reino Unido.
Tizen y Ubuntu Touch lo van a tener más difícil. Tizen ha sufrido un revés al ver cómo NTT DoCoMo, la mayor operadora japonesa, pone en una estantería sus planes de lanzamiento del primer teléfono con Tizen, que estaba previsto para este año, debido a la falta de crecimiento en el mercado de las telecomunicaciones en el país nipón. Ese sistema operativo, controlado por Samsung, ha recibido un duro golpe. Las malas noticias para muchos es que significa que tardarán en buscar alternativas y que lanzarán aún más terminales con Android para inundar aún más el mercado. Yuju.
Por otro lado, Ubuntu Touch promete la convergencia de plataformas con un sistema operativo que las controle a todas: PCs de sobremesa, portátiles, móviles... Todo corriendo la misma distribución de Linux, para beneficio de los usuarios. El problema principal de Canonical es que no ha conseguido todavía llamar la atención de las grandes operadoras por que, bueno, aunque ha mejorado mucho todavía no va todo lo bien que debería. Además que fabricar un teléfono barato con Ubuntu Touch no es factible a día de hoy.
A corto plazo el gran ganador ha sido Firefox OS. Su apuesta por la gama baja (o gama por los suelos) de los smartphones, ese sector de dispositivos con un precio de 50 a 70 euros, le ha valido buenas críticas y, al menos, la supervivencia durante 2014. El próximo año, ya veremos. De momento la gran cita de la telefonía a nivel mundial, el Mobile World Congress de Barcelona a finales de febrero, debería traernos nuevas noticias sobre estos tres sistemas operativos.
Bueno, también los ganadores son iOS y Android, que siguen sin competencia seria salvo por la de Windows Phone, pero eso es algo que todos ya sabíamos.
Vía: GigaOM.