Samsung ha apostado fuerte por el nuevo Galaxy S5, pero se trata más de una actualización de sus modelos anteriores que una revolución para el panorama de los smartphones. Pero añadir un lector de huellas y un sensor de latidos ha elevado el coste de fabricación del terminal hasta la friolera de 256$ (incluyendo 5$ de coste de montaje).
No se trata de un gran aumento con respecto a los 237 dólares que costaba fabricar el Galaxy S4 el año pasado (ahora ya será bastante menos), pero sí que justificaría el aumento de precio hasta los 729 euros (al menos el precio oficial en España antes de descuentos, o 660$ en EE.UU). La pantalla del S5, la mejor que se puede encontrar a día de hoy en un smartphone, cuesta 63 dólares, los chips de memoria 33$, el lector de huellas 4$ (comparado a los 15$ del que incluye el iPhone 5s) y el sensor biométrico 1,45$.
Vía: Android Community.