El último episodio en el culebrón Unión Europea vs Google ha tomado un derrotero un poco inesperado, aunque tampoco demasiado. La compañía de Mountain View se enfrenta a una investigación por abuso de posición privilegiada en Europa al dar un trato preferente a sus servicios sobre el del resto de su competencia en su buscador.
Los resultados a Google Shopping muchas veces ni siquiera son los más baratos, por lo que la utilidad para el usuario son en algunos casos marginales. Pero puesto que usa un servicio en el que acapara el 90% de la cuota de mercado para promocionar sus otros servicios, es una situación que va contra las actuales leyes antimonopolio. Por eso la Unión Europea se está planteando pedirle a Google que separe, para Europa, su servicio Google Search del resto de sus servicios.
La votación de esta medida se realizará en el Parlamento Europeo (que sólo tiene caracter consultivo) este jueves, y se elevaría a la Comisión Europea (con poder legislativo) la decisión del parlamento para poder legislar en este sentido. Puesto que esta medida cuenta con el respaldo de los partidos mayoritarios, tanto de izquierdas como de derechas, la votación se espera que sea superada sin problemas para los proponentes.
Vía: EnGadget.