De momento estamos un poco lejos de que los coches autónomos hagan todo el trabajo por nosotros tanto en carretera como en ciudad, pero hay otras tecnologías más prácticas que se están implementando en los últimos coches que se ponen a la venta. Uno de ellos, el nuevo Ford S-MAX, incluye un sistema de reconocimiento de señales y transeúentes.

El conductor dispondrá en el salpicadero de la información que vayan leyendo las cámaras situadas en el parabrisas de las señales de tráfico de los arcenes. Esto se integrará con el limitador de velocidad permitiendo que, si el vehículo va más rápido que la velocidad de la calzada, reduzca paulatinamente la velocidad del vehículo en lugar de pisar el freno en lugar del conductor. Este modo de conducción se podrá anula pisando firmemente el acelerador, y también informará de otras señales de advertencia o peligro que detecte, no sólo las de velocidad.

Ford lo está vendiendo como el sistema perfecto para evitar multas de tráfico, ya que en muchos países europeos se están reduciendo los límites de velocidad de las vías y a su vez aumentando las multas por infringirlas. Eso sin mencionar los 35.000 radares que se encargan de controlar que no somos de los que pisan el acelerador alegremente.

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Un último uso que tiene este nuevo sistema de cámaras integradas en el Ford S-MAX es el de detectar transeúntes para, en caso de que se interpongan en la trayectoria del vehículo, frenarlo y reducir las lesiones que se les pueda ocasionar.

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Fuente: Ford. Vía: Ubergizmo.