Elon Musk es uno de los directores ejecutivos más carismáticos de Silicon Valley hoy día, pero hace dos años una de sus compañías, Tesla Motors, se encontraba en una mala situación financiera. Tanto que Elon Musk negoció con Google la venta de la empresa por una cantidad desconocida, aunque incluía 5.000 M$ por las fábricas de Tesla Motors.
Por aquel entonces la compañía estaba valorada en 6.000 millones de dólares. La compañía se encontraba en 2013 en la situación de no haber cumplido con las previsiones de ventas y las acciones de la compañía estaban en caída. Muchos clientes no estaban satisfechos con sus coches Tesla, y Elon Musk tuvo que prometerles devolverles el dinero de su propio bolsillo si no encontraban un comprador a un precio comparable de otros vehículos delujo.
En esa situación Musk propuso a Google venderle la compañía, y los abogados se afanaban en plasmar las negociaciones de acuerdo con los deseos de ambas partes. Musk solicitó que se le asegurara que estaría al frente de la compañía durante ocho años o el tiempo suficiente como para poner en el mercado una tercera generación de sus coches eléctricos.
Pero el trato nunca se cerró porque en ese trimestre en el que estaban en plena negociación y con dos semanas de dinero en caja para afrontar gastos, las ventas trimestrales del Model S se contaron por miles y permitió a la compañía ingresar 562 millones de dólares y obtener unos beneficios de 11 M$. Esto le permitió devolverle el crédito al Departamento de Energía de los EE. UU. de 465 M$ y continuar con su actividad sin cargas.
Mirando a 2014, la compañió perdió 294 M$, por lo que tampoco se puede decir que no esté pasando por dificultades. El futuro de Tesla Motors no está asegurado, pero no le faltan compañias que la quieran comprar. Además de Google, también Apple ha estado en conversaciones con Elon Musk para adquirir la compañía. Ahora están en una guerra para robarse empleados debido al desarrollo de un nuevo coche autónomo por parte de Apple.
Vía: The Verge.