Descansa en paz, Internet Explorer. Larga vida, Microsoft Edge. Le ha llevado más de 15 años a Microsoft tirar a la basura su navegador estrella, que fue la apuesta de Bill Gates por hacer un internet cerrado y propietario con estándares bastante malos propiedad de Microsoft. Afortunadamente, la era del software libre y los proyectos de código abierto, de la mano del W3C, se impusieron a Internet Explorer.
El navegador está actualmente disponible con la beta de Windows 10 tanto para equipos de sobremesa como para teléfonos. Entre las nuevas capacidades con que va a contar está la compatibilidad con las extensiones de Chrome y Firefox, aunque requerirá de ligeras modificaciones para poder usadas con Edge.
Además ya cuenta con capacidad de tomar notas y compartir anotaciones en webs, integración con Cortana, un diseño simplista y minimalista (variará algo con respecto al de la actual beta), y el nuevo motor de renderizado EdgeHTML.
Me parece un poco terrible que la característica a la que está dando más importancia Microsoft es la de poder tomar anotaciones directamente en el navegador, y es un ejemplo de que en realidad Microsoft Edge no trae nada nuevo al terreno de los navegadores.