El daño que causa el porno por despecho (revenge porn) a sus víctimas es incalculable. El problema es que cada día se va generalizando, por lo que las compañías que operan servicios de Internet han comenzado a poner medios para desterrarlo.
Microsoft ha sido la última compañía en facilitar a las víctimas denunciar estos contenidos. Para ello ha habilitado un formulario en el que se ha de indicar el contenido inapropiado y confirmar que no se deseaba su distribución. Además, en caso de poseerlos, se pueden añadir documentos legales, como denuncias presentadas ante la policía.
Una vez estudiada la denuncia, el contenido es retirado del índice del buscador Bing. Además, se retira también el acceso a este contenido si se está compartiendo desde OneDrive o Xbox Live. Una gran iniciativa que ojalá no fuese necesaria.