Samsung ha irrumpido una vez más en el panorama de los relojes inteligentes, y lo ha hecho con un producto que ya estaba anunciado desde mediados de agosto. Faltaba por saber los pequeños detalles, y son los que ha proporcionado del Gear S2. Llegará con dos versiones, una Wi-Fi y otra Wi-Fi+3G, por un precio todavía por determinar.
Gear S2 incluye un procesador (posiblemente un Exynos) de doble núcleo a 1 GHz. Es un añadido de potencia con respecto a los procesadores incluidos en los relojes Android Wear, ya que usan un Snapdragon 400 con tres de los cuatro núcleos inutilizados, por lo que usan un procesador de un sólo núcleo en realidad. Todo orientado a ahorrar batería, aunque en algunas situaciones no respondan de manera fluida.
Con este procesador, y el uso de Tizen como sistema operativo del reloj, Samsung está convencido de que será un producto fluido. Además tiene la ventaja de que, al usar su propio sistema, puede añadir características que de otra forma tendría que añadir Google para todos los fabricantes. La nueva forma de interactuar es girando el bisel, lo que añade gestos de ampliar y reducir, y otros usos según cada aplicación. Además incluye dos botones en el lateral derecho para las acciones de inicio y retroceder.
La versión Gear S2 viene acompañada de otra versión Gear S2 Classic, cuya principal diferencia es un acabado en negro con correa de cuero. Los relojes son resistentes al agua, con certificado IP68, e incluyen acelerómetro, giróscopo, sensor de ritmo cardíaco, luz ambiente y barómetro.
La versión con conectividad 3G carece de ranura de tarjeta SIM, ya que en su lugar incluye un chip e-SIM, o SIM embebida. Esto hará que sólo se pueda usar con ciertas operadoras que estén preparadas para utilizarlas, aunque parte del terreno ya lo allanó Apple en EE. UU. con el iPad Air 2 el año pasado ya que también usa este tipo de tarjeta SIM.