Spotify modificó hace un par de semanas su política de privacidad, pero con la forma en la que estaba expresado se daba la capacidad de hacer lo que quisiera con la información recopilada del equipo en el que se instalase la aplicación o se usara el servicio, además de que podría .
Daniel Ek pidió disculpas, pero me pareció increíble que una empresa que genera cientos de millones de euros al año tuvieran un descuido tan flagrante en su política de privacidad, y yo no creo en que contraten abogados chapuzas para redactar sus contratos. A estas alturas de internet, las políticas de privacidad tienen que estar extraordinariamente bien especificadas. Sobre todo de cara a los reguladores y posibles demandas civiles.
Ahora, qué curioso, especifican las cosas como tenían que haberlo hecho de un principio (si sus intenciones eran limpias). Por ejemplo, indican que si acceden al micrófono, sólo lo harán pidiendo permiso primero cuando lo vayan a necesitar. Si van a usar la localización, lo harán pidiendo permiso. Con las fotos igual, aunque ahora indican que sólo recolectarán las fotos que el usuario elija expresamente. También indican lo que son características obligatorias y optativas de las condiciones de uso del servicio.
Osea que, ahora sí, indican claramente que sólo usarán y recolectarán información si los usuarios dan su permiso expreso a cada cosa. ¿Tanto costaba hacerlo bien en primer lugar y así evitar publicidad negativa?
Vía: EnGadget.