AMD tiene un 2016 bastante complicado por delante. Si bien la división de tarjetas gráficas no va tan mal como parece, la de procesadores ha cedido casi todo el terreno a Intel. Sólo le salva en realidad las buenas ventas de las consolas de la actual generación, PS4 y Xbox One, que utilizan el chip Jaguar de la compañía.
Desde 2011 la compañia ha usado la misma arquitectura en sus tarjetas gráficas, llamada Graphics Core Next (GCN) y que va por la versión 1.2. Esta arquitectura va a ser sustituida, en principio durante 2016, por otra a la que han llamado Polaris. Los retos que tiene AMD (que va superando poco a poco), incluyen los de disminuir el consumo de sus chips gráficos y centrarse en la memoria HBM 2, actualmente usada en su primera versión en las Radeon R9 Fury, Fury X y Nano.
Poner en el mercado en 2016 dos nuevas arquitecturas, tanto para los procesadores con Zen a llegar a finales de año y Polaris para las tarjetas gráficas, es una apuesta arriesgada pero totalmente necesaria para que no desaparezca ninguna de las dos divisiones más importantes de la compañía (procesadores y chips gráficos). Por lo que 2016 va a ser un año interesante. Y siempre está el reto de convertirse en la compañía de referencia para las gafas de realidad virtual.
Vía: VideoCardz.