HTC se congració con el sector de la gama alta Android con el HTC 10, uno de los mejores teléfonos que podrías comprar o que te regalen estas navidades, y ahora ha presentado una nueva versión ligeramente descafeinada. El 10 Evo es la versión internacional del HTC Bolt presentado hace unos días para EE. UU., con las mismas características de hardware y software.

El teléfono está hecho enteramente de aluminio, cuenta con una pantalla de 5.5 pulgadas QHD con protección Gorilla Glass 5, y es a prueba de polvo y agua con certificado IP57. El procesador es un Snapdragon 810 que, pese a tener cierto sambenito de que se calienta mucho o que funciona mal, es un buen procesador aunque sea de una generación anterior. Es un ocho núcleos, distribuidos en dos clústeres de cuatro Cortex-A57 a 1.96 GHz y otros cuatro Cortex-A53 a 1.55 GHz. Le acompaña 3 GB de memoria RAM y 32 GB de almacenamiento, con expansión por micro-SD de hasta 2 TB.

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La cámara trasera es de 16 megapíxeles con autofoco por detección de fase (PDAF), apertura f/2.0, estabilizador óptico de imagen, doble flash, HDR, capaz de grabar a cámara lenta de hasta 720p y 120 FPS, y grabar vídeo a 4K y 30 FPS. La cámara frontal es una más modesta de 8 megapíxeles de gran angular con apertura f/2.4, y graba vídeo a 1080p y 30 FPS.

La batería del teléfono es de 3200 mAh. En el botón de inicio frontal incluye un lector de huellas dactilares. La conectividad incluye GPS, GLONASS, Bluetooth 4.1, wifi 802.11 ac, las bandas LTE europeas y las tres más habituales orientales, tiene carga rápida QC2.0, DLAN y NFC. Llega con Android 7.0 preinstalado.

Su precio se situará sobre los 500 a 600 euros cuando se ponga a la venta próximamente de manera exclusiva en la web HTC.com, en colores gris y plata.