Samsung va a tardar al menos un año en recuperarse económicamente del desastre del Galaxy Note 7, pero una de sus subsidiarias va a tardar mucho más tiempo en recuperarse. Samsung SDI, dedicada a la producción de baterías de ion de litio y energías renovables, está teniendo dificultades para convencer a sus socios de que el fallo en la batería del Galaxy Note 7 es aislado y que no se repetirá en los productos de otras compañías.
Entre sus clientes se encuentran empresas como Apple, que están buscando otras empresas a las que utilizar para la fabricación de las baterías de sus productos. Están intentando apagar un fuego que puede hacer perder mucho más dinero a Samsung del que se preveía en un principio. El valor de mercado de SDI ya ha bajado un 20 %, tiene problemas para conseguir nuevos contratos de fabricación, aunque el mayor cliente suyo es Samsung Electronics, la subsidiaria que fabrica los teléfonos de la compañía.
Pese a las palabras de tranquilidad y de asegurar a sus clientes que todo va bien, la compañía ha duplicado sus pérdidas durante el tercer trimestre del año. SDI apunta a que se han centrado demasiado en aumentar la capacidad de las baterías, y que quizás no supieron mantener bajo control otros aspectos de ellas, repercutiendo en la fiabilidad de las mismas. De momento Samsung SDI sigue investigando el motivo de que las baterías del Galaxy Note 7, en dos modelos distintos de batería, se sobrecalentaran hasta combustionar.