Uno de los problemas habituales en los SSD que están situados en las propias placas base es que se ven limitados por el calor que generan y el que genera el resto de componentes. Es algo de lo que he hablado con anterioridad, pero afecta sobre todo a los modelos M.2 que usan una conexión PCIe 3.0 x4. Para evitar que se limite su rendimiento, MSI propone una especie de tapa con almohadillas térmicas y disipador que se ajustaría encima de las ranuras M.2 en placa.
Otras empresas como Samsung son más ocurrentes, ya que en sus últimos SSD 960 incluyen en la etiqueta que recubre el SSD una capa de cobre que actúa como dispersor del calor. La solución de MSI sería más específica para sus placas base, pero combinando ambas sería bastante más improbable que el rendimiento de los SSD se viera penalizado por sobrecalentamiento.
Aunque MSI no ha dado muchos detalles al respecto, el M.2 Shield como se llama esta tapa llegarán previsiblemente en las placas de la serie 11 más caras, que corresponden con las esperadas H270 y Z270 para procesadores Kaby Lake de sobremesa.
Vía: The Tech Report.